Por su parte, las equipaciones que los blanquirrojos utilizarán para los entrenamientos están basadas en la estructura del Metropol Parasol de la Plaza de la Encarnación. El escudo no variaba: la cruz de la casa de Saboya y, eso sí, los fasces (las varas y el hacha, símbolo procedente de la Antigua Roma que el movimiento fascista italiano adoptó como propio). En esta primera campaña que está a punto de arrancar, queda patente el cariño con el que el patrocinador técnico sevillista ha tratado cada uno de los diseños.